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ESPECIAL ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LOS REDENTORISTAS

¿QUÉ PASÓ EL 9 DE NOVIEMBRE DE 1732?

            Para un redentorista estar en Scala es emocionante, ahí te remontas a los orígenes de la Congregación; y es imposible no dejar volar nuestra imaginación hacia aquellos días de noviembre de 1732. Recorramos estos días con Alfonso y sus primeros compañeros la experiencia de Dios:

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Domingo 2 de noviembre, después del medio día, Alfonso a lomo de burro se aleja de la Nápoles y toma el camino de Portici, Castellamare y Scala. Alfonso qué difícil fue para ti dejar la ciudad, pero Jesucristo te había seducido, los cabreros de Scala se habían robado tu corazón. Dejas atrás la ciudad, a tus padres y hermanos, no quieres ver las lágrimas de D. Ligorio que repite: “hijo mío, ¿por qué tienes que dejarme?, mi Fonso me abandona.

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            Alfonso qué valiente eres, haces una ruptura para siempre, Nápoles ya no te verá…no te necesita. El caballero napolitano ya no existe, ahora eres un pobre entre los pobres. Y cómo signo “refulgente” de esta muerte y de este nacimiento, usas un asno. El asno de Belén, el asno del día de Ramos en el alba de la pasión redentora. Alfonso qué pensabas, qué sentías, reías o llorabas… en ese recorrido que era tu muerte y resurrección. Alfonso no vas solo, contigo están Cesar Sportelli y Giovanni Mazzini, dos amigos de corazón.

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            Alfonso cuál fue el primer pueblo que encontraste: según nos cuentan pasaste la mañana dominical en los ministerios de la misión que terminaba en el Santo Spirito. Después, sin dar vuelta por el Supoportico López, partiste…tenías prisa por llegar. Ibas subiendo y atrás quedaba la ciudad y su inmenso már…

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Lunes 3 de noviembre 1732, por la tarde, llegas junto con tus compañeros a Scala, la pequeña ciudad de la montaña amalfitana. Encuentras a otros 4 postulantes para esta aventura. Me pregunto si te esperaba Monseñor Falcoia o llegaría después…Alfonso ya cuentas con 6 apóstoles para la misión, ¿dónde se hospedan?...

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            Tu biógrafo nos dice: … “se colocan provisionalmente en la pobre y estrecha hospedería del monasterio. Un reducido espacio y cuatro habitaciones, una de las cuales se habilita inmediatamente para oratorio; unos jergones de paja con miserables mantas, algunos utensilios de barro para la cocina y la mesa. En esas estrecheces, nuestros futuros apóstoles ensanchan sus espíritus y el gozo de sus corazones”.

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            Fonso (como te llamaba tu padre), quienes eran los que te acompañaba?:

“Monseñor Folcoia, Obispo de Castellamare. César Sportelli, laico abogado y teólogo, que más tarde se hará sacerdote. P. Giovanni Mazzini, sacerdote de Nápoles. Vicencio Mannarini. P. Pietro Romano, canónigo, teólogo y predicador estimado, confesor de las monjas. Giovanni Battista de Donato, de unos 50 años, sobreviviente de una pequeña congregación misionera del Santísimo Sacramento, hacía poco extinguida en Teano. Silvestro Tósquez, laico, aspirante al sacerdocio, doctor en derecho y teólogo. De familia influyente”.

Alfonso ¿cómo vives este día, cuáles son tus emociones…ya sueñas con el pequeño y gran instituto, para la evangelización de los pobres?, tienes miedo que te sigan llamando “loco”…yo creo que tienes puesta tu confianza en Jesucristo.

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Del martes 4 al domingo 9 de noviembre de 1732, tienen una intensa preparación espiritual. El martes 4 deja el grupo Cesar Sportelli, por asuntos  jurídicos en Nápoles. Fijan la inauguración del Instituto el domingo 9 de noviembre, en que se festeja la dedicación de la basílica del Santísimo Salvador, catedral de la diócesis de Roma, “madre y cabeza de todas las Iglesias” (De aquí viene el primer nombre de la congregación). Alfonso mantiene largas pláticas con Mons. Falcoia, su nuevo director espiritual, acerca de la Congregación que va a nacer.

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Alfonso, ¿cómo vivieron esos días?, me imagino que hubieron días muy difíciles, tensos, porque no todos tenían la misma idea del Instituto, tú querías que sea misionero…que llegase a los más abandonados, otros querían que estuvieran en las ciudades, que se dedicara a la educación…etc.

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Alfonso ¿qué pasó los tres últimos días, 6, 7 y 8 de noviembre?

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Tuvimos un triduo eucarístico, tanto nosotros como las hermanas del convento en su pequeña Iglesia del monasterio. El jueves 6 y los otros dos días, en la adoración al Santísimo, suceden hechos extraordinarios: … “todos vimos claramente, en la santa hostia, la santa cruz, primero negra, teniendo en medio a un Cristo crucificado resplandeciente; la cruz se tornó después color de sangre; y por fin, blanca. Se observaron tres globos rojizos, los instrumentos de la pasión; unas pequeñas nubes blancas y otros detalles…la Divina Majestad quiso con esto dar una auténtica confirmación del Instituto y disponerlo a las cruces que nunca faltan en su escuela”.

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Fonso, que emocionante, ciertamente Dios estaba con Uds.

 

Cuéntanos rápidamente qué pasó la mañana del 9 de noviembre de 1732.

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Los seis misioneros nos agrupamos en torno al altar en que preside Mons. Falcoia. Después de una larga meditación, cantamos a las siete de la mañana la misa del Espíritu Santo y el Te Deum de la acción de gracias.

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Fonso, dónde fue eso?, en la Catedral de Scala, aquella que puede albergar en su seno a más de 2000 personas, estuvieron presente los cabreros, fue un acto multitudinario…estuvieron las autoridades civiles y religiosas…Padre mío, dónde fue?

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…jajaja hijo qué imaginación tienes…no fue en la catedral de Scala, sino en el humilde oratorio de la hospedería del convento de las monjas.

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Sí ese bendito día nace la Congregación de los Padres del Santísimo Salvador, a la que Roma cambiará pronto por el del Santísimo Redentor.

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Alfonso dime la verdad: en aquellos hechos extraordinarios del triduo eucarístico ya vislumbraste el escudo de armas de tu pequeño y gran instituto. Sobre tres montículos, la cruz, flanqueada por la lanza y la esponja de la pasión y como divisa: Copiosa apud eum redemptio (“La redención sobreabunda en Cristo”).

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“Redención”, Redentoristas, que será nuestro nombre más conocido. Gracias Fonso por haber seguido sin desfallecer la empresa que Jesucristo te encomendó.

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A toda la familia redentorista FELIZ DÍA

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P. Grimaldo Garay Zapata

Misionero Redentorista

(Tomado de Scala News)

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